Dr. Luis Eduardo Colmenares A. Medicina General
El Coronavirus sigue generando miedo e incertidumbre en la población mundial. Las redes sociales saturan de información de todo tipo, quedando el ciudadano a merced de una ininteligible repetición de noticias que no las sabe procesar adecuadamente, siendo que la mayoría poblacional no posee las herramientas conceptuales que les permitan manejar el acoso mediático que los impacta. No hay suficiente explicación con relación al verdadero daño que causa este virus en el organismo, ni mucho hasta la fecha se ha protocolizado un tratamiento stándar para su abordaje. La propia OMS ha modificado protocolos de tratamiento dejando en libertada a cada país para que diseñe nuevos métodos de abordaje para el coronavirus.
Esto ha desencadenado una segunda amenaza pandémica el stress crónico colectivo. Ese que se genera en el seno de los grupos familiares, no solo por el miedo al contagio y la muerte, sino también por el confinamiento, el distanciamiento social que nos aparta de nuestra propia cotidianidad y nos agarra sin ninguna estrategia válida para saber sobrellevar vivir en los tiempos de pandemia, que marca la nueva experiencia de relación médico-paciente desde la telemedicina.
Nosotros sabemos que cuando estamos ante una situación de peligro, de toma de decisión importante, nos paralizamos, pero el stress nos empuja a tomar un camino “o corres o te encaramas” entonces tomamos la decisión adecuada, actuamos. En ese momento simultáneo en nuestro organismo se genera una serie de eventos en cascada como son: aumento de la presión arterial, taquicardia, resequedad de la boca, midriasis, contractura muscular de manos, que son eventos propios del sistema Autónomo Simpático, liberándose hormonas como son las catecolaminas (epinefrina ,norepinefrina ) y el cortisol. Pasado el evento estresante, el organismo vuelve a su normalidad y entra en funcionamiento el Sistema Autónomo parasimpático vinculado al descanso. Hasta aquí el stress es positivo, pero si no logramos compensar las exigencias de nuestro entorno, esto se vuelve repetitivo y aparece el Stress crónico, que de no tratarse a tiempo desencadena ansiedad, depresión, discapacidad ocupacional y predispone a otras enfermedades como son:
- Enfermedades mentales
- Trastornos digestivos
- Trastornos musculo-esqueléticos.
- Cambios en los patrones del sueño.
- Agravamientos de problemas de salud existentes.
- Obesidad.
- Consumo excesivo de alcohol, cigarrillos y drogas.
- Consumo de psicofármacos sin indicación médica.
- Disfunción Sexual.
- Discapacidad Ocupacional.
Esta situación que nos presenta el Stress crónico tiene una alta incidencia en Jóvenes y adultos mayores y los más afectados son los que poseen una enfermedad preexistente y viene dada por dos situaciones concretas: Evitar ir a centros de salud y el miedo a contagiarse y morir.
Manejo del Stress crónico desde nuestro consultorio Virtual.
1. Evaluación Médica
2. Historia clínica
3. Terapia farmacológica adecuada a cada situación.
4. Vinculación con consulta Psicológica Conductual
5. Evalución conjunta Médica – Psíquico-Social
6. Monitoreo estratégico adecuado a cada caso desde nuestra clínica Virtual.
Mientras Ud. decide consultarnos le recomendamos por ahora:
1. Tolerancia: en el distanciamiento social y respetar las normas.
2. Autocontrolarse.
3. Desarrollar capacidad de adaptación a la situación sobrevenida
4. Conexión interpersonal de su entorno.
5. No se automedique.
Comuníquese con nosotros para ayudarlo a desarrollar estrategias novedosas para desestresarnos.
Especialista en Salud Mental Comunitaria. Salud Pública, Salud Ocupacional. Homeopatía.