Descansar es tan necesario para nuestro bienestar como comer y beber. El sueño es una parte vital de nuestra existencia que muchas veces pasamos por alto. El sueño es nuestro momento para renovarnos y estar al 100%. Cuando falta descanso, múltiples áreas de nuestra vida se ven afectadas.
El sueño nos ayuda a procesar nuestras emociones y mantener nuestro estado de ánimo. Un buen descanso nos ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Su efecto calmante nos ayuda a pensar con precisión y nos prepara para el día siguiente.
Además, durante el sueño nuestro cuerpo se regenera y esto disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como las relacionadas con el corazón. Nuestro sistema inmunológico recarga sus energías para estar listo para luchar contra enfermedades y enfrentar al día a día. El sueño también es importante para la curación física. Cuando estamos enfermos o heridos, un buen descanso ayuda a que nuestro cuerpo recupere la energía que pierde.
El sueño no solo mejora nuestra salud, también mejora nuestro rendimiento en la escuela o el lugar de trabajo. Nuestras habilidades cognitivas como la memoria, la atención y la concentración mejoran radicalmente después de una buena siesta.
Es fundamental para la salud
¿Alguna vez has reflexionado sobre el significado de dormir? Puede que para algunas personas, dormir sea una rutina diaria aburrida. Pero, ¿sabías que un buen sueño cada noche es uno de los mejores regalos para la salud que puedes ofrecerte?
El sueño contribuye al proceso de curación del organismo, ayudando a reparar los tejidos dañados y a mantener un sistema inmune funcional. Juega un papel vital en la regularidad de la presión arterial, la glucosa en la sangre, y los niveles de alerta y de energía.
Dormir, repara, restaura y refuerza. Si no descansamos lo suficiente, no nos recuperamos, e incluso nuestras emociones y movimientos no van a ser tan coordinados como deberían.
Dormir bien puede desempeñar un papel en beneficio del corazón y la salud en general, tal vez incluso cuánto tiempo viva, según una nueva investigación que se presentó en la Sesión Científica Anual del Colegio Estadounidense de Cardiología junto con el Congreso Mundial de Cardiología.
Los datos sugieren que alrededor del 8% de las muertes por cualquier causa podrían atribuirse a patrones de sueño deficientes. «Creo que estos hallazgos enfatizan que solo dormir las horas suficientes no es suficiente. Realmente tienes que tener un sueño reparador y no tener muchos problemas para conciliar el sueño». Afirmó Frank Qian, miembro clínico en medicina de la Facultad de Medicina de Harvard y coautor del estudio.
La higiene del sueño y los buenos hábitos
El sueño juega un papel vital en la regularidad de la presión arterial, la glucosa en la sangre, y los niveles de alerta y de energía. El sueño repara, restaura y refuerza. Si no descansamos lo suficiente, no nos recuperamos, e incluso nuestras emociones y movimientos no van a ser tan coordinados como deberían.
Los estudios han demostrado que dormir adecuadamente es una parte clave para mantener un peso saludable, una memoria a largo plazo e incluso un equilibrio emocional. Para obtener los mejores beneficios del sueño, se recomienda dormir un promedio de entre 7 y 8 horas cada noche.
Los beneficios físicos de dormir bien incluyen un mejor estado de ánimo general, una piel radiante, un sistema inmunológico mejorado y una mayor resistencia al dolor. Esto se debe a que, al descansar, el cuerpo se recupera y se regenera, reduciendo la fatiga y mejorando el estado físico en general.
Las horas de sueño tienen un gran impacto en el bienestar y salud mental y física de las personas. La falta de sueño y los trastornos relacionados pueden afectar nuestra calidad de vida y, en el caso de los problemas crónicos de sueño, hacen a la persona menos capaz de llevar a cabo sus actividades normales. Dormir bien es una necesidad, no solo para una salud óptima, sino para tener energía, vivir una vida sana y mantener la productividad a largo plazo en nuestras vidas.
La llamada higiene del sueño se refiere al mantenimiento de un patrón de sueño saludable, manteniendo una rutina adecuada. Esta consiste en acostarse y levantarse al mismo tiempo todos los días, preferiblemente temprano en la noche y temprano en la mañana, evitar estimulantes como la cafeína y el alcohol durante la tarde, disminuir la luz antes de acostarse, estirar y relajarse antes de dormir, o hacer alguna actividad relajante, como la meditación. Esto ayuda a regular los patrones del sueño, dando un descanso adecuado al cuerpo y la mente.
El descanso adecuado es importante porque una persona con sueño incompleto, insuficiente o no recuperador está más propensa a desarrollar problemas de salud, como el envejecimiento prematuro, la obesidad o las enfermedades cardiovasculares.
Nuestro cuerpo necesita un descanso adecuado para funcionar al máximo. Nuestra salud física y mental depende de la cantidad y calidad del sueño que tenemos. Nuestros niveles de energía, ánimo, productividad y socialización se ven influenciados por el tipo de descanso que recibimos, por lo que resulta fundamental procurar obtener un buen descanso para asegurar una buena salud tanto en lo físico como en lo mental.
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