Cómo utilizar un sistema de telemedicina

La telemedicina es una forma de atención médica que se basa en el uso de tecnología de telecomunicaciones para brindar atención médica.
Un sistema de telemedicina puede ayudar a mejorar la eficiencia de la atención médica y reducir el costo para los pacientes. También puede mejorar el acceso a la atención médica en áreas donde es difícil encontrar un médico o una enfermera, como las áreas rurales.
Puede ayudar a los médicos a diagnosticar enfermedades de forma remota y prescribir tratamientos para los pacientes. Los médicos pueden hacer esto viendo una secuencia de video desde la habitación del paciente, leyendo sus signos vitales y registros médicos y dando instrucciones a través de un auricular o altavoz.
Este tipo de tratamiento médico se ha utilizado en zonas rurales de países como China e India con gran éxito.
El sistema es la combinación de una videoconferencia interactiva y un sistema de monitorización de pacientes. Se utiliza para consultas y diagnósticos médicos, así como para otros servicios sanitarios especializados como logopedia o fisioterapia.


Como ayuda el sistema de telemedicina a la salud


La telemedicina se ha utilizado de muchas maneras diferentes:

  • Consultas a distancia entre médicos y pacientes que no pueden surgir a la consulta por la distancia del viaje, la enfermedad o la discapacidad.
  • Diagnóstico a distancia por parte de un especialista a través de una conexión de vídeo (por ejemplo, un dermatólogo que examina lesiones cutáneas a distancia)
  • Seguimiento a distancia de enfermedades crónicas, como la diabetes, mediante dispositivos de telemonitorización, como medidores de glucosa en sangre y bombas de insulina, conectado a distancia por conexiones de banda ancha a Internet.
  • Apoyo a distancia para el tratamiento de enfermedades mentales como la depresión o los trastornos de ansiedad mediante aplicaciones en los teléfonos inteligentes.

Atención médica en tiempo récord


Por otro lado, la videoconferencia en un sistema de telemedicina se puede utilizar tanto para consultas presenciales en las que el médico puede ver el lenguaje corporal, las expresiones faciales y las reacciones del paciente. Como para consultas con especialistas que no pueden estar presentes en el momento de la consulta.
También tiene algunas ventajas para los médicos que prestan sus servicios a distancia: no tienen que dedicar tiempo a conducir entre citas o de ocuparse del aparcamiento cuando puedan pasar más tiempo en las clínicas viendo a los pacientes. Tampoco tienen que pagar por el espacio del consultorio o por equipos como las máquinas de rayos X.


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